dimarts, 30 de novembre del 2010

Desmotivación






 Cuantas veces nos dejamos inundar por la apatía cuando algo simplemente no nos gusta y dejamos pasar indolentes las horas, conformándonos con hacer las cosas sólo de manera que queden hechas, pero sin poner ni un gramo más de talento o de ingenio o de ganas que los estrictamente necesarios para quitarnos la
tarea de en medio.

Si, ya sé que todos los que así lo hacen argumentarán con mil razones distintas su dejadez. Dirán, por ejemplo, que no tienen un reto a su altura, que ellos han nacido para hacer otra cosa y no lo que en ese momento les ocupa, que se esfuerzan mucho más que otros que están a su alrededor y que, sin embargo, ganan o son menos que ellos, que la vida les ha tratado muy mal… justificaciones nunca faltan para hacer lo más fácil: simplemente no hacer nada.

Puede resultar duro expresarlo así, pero cuando la desgana se instala en nuestro día a día, estamos acabados, porque cualquier cosa que hacemos es consecuencia directa del esfuerzo y del cariño invertidos en ello.

Y estoy seguro que si lo que pretendemos es cambiar o reorientar nuestra actividad, el camino para lograrlo no es la inapetencia o el fastidio continuo por lo que ahora nos ha tocado hacer. Esa la mejor manera de oxidarse para cuando lleguen otros retos, que llegarán, y que al haber sucumbido al hastió, nos pillarán desentrenados e incapaces de responder adecuadamente.

El dilema es que esto nos obliga a dar lo mejor de nosotros de continuo y sin bajar la guardia, lo cual conlleva sacrificio, pero, buena noticia, no necesitaremos recurrir a lo que no tenemos para salir de esa dinámica, sino poner todo el valor de lo que somos en cada cosa que hagamos sin importarnos qué cosa sea.

Hay una leyenda que me contaron al respecto de un carpintero a punto de retirarse y al que su jefe, aún conmocionado por la pérdida de su mejor trabajador, le pidió como favor postrero a todos los años que habían permanecido juntos, que construyera una última casa y después de ello, eso si, se retirara a descansar. El carpintero acepto el encargo, aunque se encontraba ya muy cansado, y se puso manos a la obra.

A medida que iba cumpliendo con la tarea prometida, las ganas se le iban yendo al pensar que su jefe había sido muy egoísta pidiéndole esa última construcción después de todo lo que había trabajado para él. No se
merecía, pensaba, que le pidiera ese último sobreesfuerzo y así, pensando y pensando en ello, iba poniendo cada vez menos afán en la tarea, de tal manera que esa, probablemente, sería la peor casa que jamás construyera. Quería terminarla cuanto antes y ya cuando por fin acabo, mucho antes que otras veces, se dirigió a su jefe para despedirse de él.

- Cumplí con mi promesa y aquí tienes mi última casa construida, le dijo.

- No sabía, le contesto su patrón, cómo podía pagarte todos estos años de esfuerzo y de abnegada labor. Pensé que nunca podría corresponder a tanta entrega y a tan buena labor y efectivamente es así. Lo único que se me ocurrió es regalarte esta casa. La última que construiste y que será también a partir de ahora tu hogar.

Reflexión final: "La apatía es la solución, es decir, resulta más fácil abandonarse a las drogas que enfrentarse a la vida, robar lo que uno quiere que ganárselo, pegar a un niño que enseñarlo.

Por otra parte el amor requiere esfuerzo, trabajo." (Morgan Freeman –Seven)

divendres, 15 d’octubre del 2010

Mandalas, un trabajo psiquico y espiritual

Mandala es una palabra que viene del sánscrito y significa círculo, corona, rotación, baile y ofrenda. Tambien es conocida como rueda y totalidad.
Más allá de su definición como palabra, desde el punto de vista espiritual es un centro energético de equilibrio y purificación que ayuda a transformar el entorno y la mente. Se define como un sistema ideográfico contenedor de un espacio sagrado. Es una forma de arte-terapia.

Segun Carl Jung, los mandalas representan la totalidad de la mente, abarcando tanto el consciente como el incosciente. Afirmó que el arquetipo de estos dibujos se encuentra firmemente anclado en el subsconsciente colectivo. Representa al ser humano. Interactuar con él nos ayuda a curar la fragmentación psíquica y espiritual, a manifestar nuestra creatividad y a reconectarnos con nuestro ser esencial.

Es como comenzar un viaje hacia nuestra esencia, nos abre puertas hasta ahora desconocidas y hace que brote nuestra sabiduria interior.

dimecres, 29 de setembre del 2010

La ternura

La ternura es como un movimiento que nos arrastra hacia un camino repleto de sensaciones y de sentimientos en los que se entremezclan la benevolencia, la aceptación, la calidez y el abandono, pero también la confianza, el estímulo, el asombro y los nuevos descubrimientos. Para seguir este camino, lo único que hay que hacer es abandonar nuestros miedos, dejar atrás los prejuicios y enfrentarnos a todo cuanto pueda depararnos. La ternura es el nacimiento hacia uno mismo, un nacimiento que nos permite penetrar en el maravilloso vientre de la existencia humana.


La ternura no es solamente algo físico. Es una emoción sutil, una mirada de asombro, un movimiento cálido unido para siempre al conjunto de los sentidos. La ternura posee un brillo propio


La ternura es mi mirada de asombro ante todo cuanto me ofreces, es tu mirada de amor ante todo cuanto te doy. La ternura es una palabra o un silencio que se convierte en ofrenda para el que sabe escucharlo con confianza, son unos ojos que se convierten en mirada.


Para nacer, la ternura necesita del silencio. El silencio que se crea cuando escuchamos lo que dice la otra persona o intentamos participar de sus vivencias y sentimientos. La ternura es algo dulce y lleno de confianza, que circula entre dos personas que se reciben mutuamente.


La ternura es un camino que nos conduce hacia la multiplicidad y la abundancia espiritual. La ternura siempre va unida a una semilla que está a punto de germinar y se hace mayor, paulatinamente hasta llegar a convertirse en artífice de un encuentro.


Un aliado de la ternura será nuestra propia actitud para recibir. Cuanto más dispuestos estemos a recibir, más maduraremos en este arte que consiste en aceptar lo que somos y lo que la otra persona significa para nosotros. Nos corresponde a cada uno el descubrirla bajo la fragilidad o las máscaras de las circunstanciales apariencias humanas.


“ La ternura es una galaxia viajando por el cielo
de los encuentros, que nos prolonga
hasta las estrellas de la vida “

diumenge, 18 de juliol del 2010

No hablar y expresar los sentimientos puede provocar cáncer

"Cuando algo duele tendemos a negar la realidad , postergamos el enfrentamiento con el hecho doloroso"



"La negación es una forma de resistencia que está relacionada con el pensamiento infantil: en la medida en que esconde la realidad, los niños suponen que pueden borrarla. 


"La primera forma de negación es de naturaleza cognoscitiva: la persona intenta olvidar lo que duele o no pensar en ello. 

La segunda es de naturaleza emotiva: se bloquea la expresión, ya sea por falta de recursos para manifestar las emociones o por temor de ser ahogados por ellas."

La negación puede adquirir la forma de hiperactividad, reemplazo, o  búsqueda de un culpable (uno mismo, otros, etc).

Puede expresarse como idealización de lo que no se tiene, abuso de sustancias (como drogas, alcohol o fármacos) o trastornos psicosomáticos."

"Luego de la negación sobreviene la fase de expresión del pesar y los sentimientos. Conviene dar voz a todas las emociones. Y en el caso de las culpas, distinguir las que tienen asidero de las que no, para así poder ir avanzando en el proceso de perdonar y perdonarnos a nosotros mismos."

"La pérdida" de algo actualiza el miedo al abandono que experimentamos cuando niños, esa angustia arcaica que a todos nos puede haber marcado de pequeños.
Posiblemente nos toque pasar por el terror y las lágrimas, el enojo y la culpa, la ansiedad y la falta de esperanza, antes de comenzar a vislumbrar el final del duelo."

Hay personas que cuando niegan el dolor, lo encapsulan de alguna manera (ya sea metiendose de lleno en el trabajo, o logrando no conectarse con el dolor)... ese dolor sigue latente dentro de uno, no es que se 'va'... sino solamente que queda 'silenciado' y muchas veces es el cuerpo el que se encarga de expresar lo que nosotros no podemos hacer en forma conciente... ya sea con una enfermedad o con sintomas de ella... como por ejemplo mareos, ataques de panico, dolores de cabeza, taquicardias, cáncer, etc...

dijous, 15 de juliol del 2010

Enseñanzas de Buda

Todos los estados encuentran su origen  en la mente. La mente es su fundamento y los crea. Si uno habla o actúa con un pensamiento puro, entonces la felicidad le siguie como una sombra que jamás le abandona.
La mente es difícil de dominar, voluble y tendente a posarse allí donde le place. Es bueno controlar la mente. Una mente controlada conduce a la felicidad.
la mente es muy difícil de percibir, extremadamente sutil, y vuela tras sus fantasías. El sabio la controla. Una mente controlada es fuente de felicidad.



No deberíamos considerar los fallos de los demas, no de lo que los otros han hecho, sino nuestros propios actos cometidos u omitidos.I
Igual que una flor bella y de brillante color, así son de estériles las buenas palabras de quien no las pone en práctica.



A través del esfuerzo, la atención, la disciplina y el autocontrol, es como el hombre sabio hace de si mismo una isla que ninguna inundación puede anegar.


Aquel que controla firmemente sus sentidos, como el auriga sus caballos; aquel que esta purificado del orgullo y desprovisto de los apegos, a este hombre hasta los dioses lo envidian.





Mejor que mil versos de palabras inútiles, en uno con un simple y beneficiosa línea que al escucharla uno se serena.
Más grande que la conquista mil veces  mil hombres, es la conquista de uno mismo.



A nadie hables con aspereza; las palabras rencorosas hieren y te devolverán a ti golpe a golpe.
Según se aconseja a los demás, debe uno mismo actuar. Controlándose uno a sí mismo, puede guiar a los otros. Verdaderament es difícil controlarse a uno mismo.




Conquista al hombre airado mediante el amor; conquista al hombre de mala voluntad mediante la bondad; conquista al egoista mediante la generosidad; conquista al mentiroso mediante la verdad.